domingo, 15 de noviembre de 2009

EL RIO ENCANTADO




EL RIO ENCANTADO

En un pequeño pueblo del departamento de Jalapa, había un leñador muy humilde que vivía con su familia, lamentablemente este pueblo sufría de crisis económica, y decidió mudarse a otro poblado para conseguir trabajo. Se acomodaron en una nueva casita humilde cerca de un río que era encantado, aunque para el leñador esas cosas no eran más que fantasías por lo que no le prestó importancia.
El leñador iba todos los días a trabajar gustoso, aunque un día se encontró con un anciano que le contó sobre la historia del río, le dijo que éste era capaz de transformar los objetos en oro, pero a cambio de ello, pide que a quien lanza sus objetos, le quita a las personas más importantes de su lado. El leñador a pesar de eso no hizo mucho caso a la historia del anciano. Un día, trabajando, por accidente dejó caer su hacha al río, se lanzó para sacarla y al salir a la superficie se dio cuenta que ahora era de oro macizo. El leñador no cabía de sorpresa y alegría, la cual se esfumó al oír lo que el anciano le había dicho. “A cambio quita a tus seres queridos de tu lado”. Esto perturbó al leñador ya que no quería perder a su familia.
Más tarde salió una pequeña hada del río quien le deseó que fuera feliz con el oro que ahora tenía, el leñador le suplicó que no le quitara a su familia, ya que él amaba muchísimo a sus seres queridos y no los cambiaría ni por todo el oro del mundo. El hada sorprendida con esto le dijo que pensaba que cualquiera pudiera ser feliz con grandes riquezas. El leñador respondió que no le servía de nada tanta riqueza si no tenía a su familia a su lado y que prefería salir adelante solo, con el apoyo de su familia. El hada sorprendida deshizo el embrujo y juró no volver a usar esa magia ya que era doloroso no tener a nadie con quien compartir cada momento de su vida.
El leñador fue corriendo a casa y se alegró de ver a su familia feliz y les juró nunca apartarse de ellos por nada del mundo.

F I N

Escrito por Ludibel Amarilis Galicia
San Pedro Pinula
Jalapa

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